Encontrar y reconocer un refugio en la vida es tener accesible un espacio protegido, en donde habitan las fortalezas internas que nos permiten enfrentarnos a los embates de la vida. Todos tenemos nuestros refugios, pero no siempre los utilizamos, no siempre los tenemos accesibles. Es por esto que dedicar una meditación para volver a encontrar el refugio nos da las herramientas que necesitamos para generar el bienestar que buscamos.

Esta meditación está diseñada para que puedas encontrar el santuario personal donde puedes recuperar fuerzas, encontrar respuestas, paz, calma, claridad, resistencia y estabilidad. Utiliza estos puntos como guías que decodifican el mapa a tu refugio personal

El refugio puede ser uno o varios dentro de las siguientes categorías: Personas, seres, lugares, cualidades, capacidades, Textos de sabiduría o prácticas.

  • Piensa o recuerda  algo que en tu vida es una fuente de protección, una forma de santuario.

  • Piensa o recuerda en algo con lo que te sientes alimentado, te sientes sustentado.

  • Te sientes alineado con...

  • Te sientes elevado con, o elevado por...

  • Es algo, o alguien que te anima, que estimula tu perspectiva; algo que te inspira.

Recuerda, puede ser una persona, una lealtad, alguien que sabes que está de tu lado, que siempre te apoya o un lugar que te haces sentir así; algo más espiritual; o un sentimiento de bienestar, de bondad o de gratitud; una colección de enseñanzas de sabiduría que han sido significativas en tu vida.

Ya que has encontrado tu Refugio, que lo has reconocido, exploremos cuatro maneras de relacionarnos con éste. Al hacerlo, encontrarás la que más resuene contigo, pero siempre cabe la posibilidad de continuar la exploración y encontrar otros refugios que no te parecían tan obvios.

  1. Explora la idea de: Imaginar, sentir, o visualizar que vas a tu refugio. Que entras en ____. Sientes que tomas refugio en _____.

  2. Explora la idea o la experiencia de que este Refugio ya se encuentra presente en ti. Es algo de donde provienes, de donde has surgido (como “surjo del amor, de la sabiduría”).

  3. Explora la idea, la imaginación o la percepción de que moras en el refugio, habitas en él; por ejemplo descansando en una cualidad ya presente en la mente. Si es un maestro(a), es el reconocimiento de que este(a) maestro(a) habita dentro de ti. O tienes la clara sensación de morar entre una comunidad de personas.

  4. Piensa, explora o imagina que este Refugio es algo que te imbuye, algo que te impulsa, una fuerza que te da empuje.

Date unos minutos para que este Refugio se asiente dentro de ti.