Hay dos habilidades propias de la mente que nos ayudan para alinearnos  con el bienestar: La capacidad de enfoque y la capacidad de darse cuenta. La capacidad de enfoque es la habilidad de concentrarnos en lo que estamos haciendo en el momento presente, mientras que la capacidad de darse cuenta es la habilidad de reconocer y soltar las distracciones, que no son necesarias, al momento en que estas están surgiendo. Hay que entender que la meditación no es una práctica sedentaria. Se trata de desarrollar una mente aguda, precisa y clara. Una mente que en su acción genera bienestar tanto internamente como externamente. Si tu meditas, vas a sentirte más relajado, más enfocado, satisfecho, creativo y con mejores entendimientos. Practica lo siguiente:

  1. Siéntate en un lugar tranquilo y ordenado.

  2. Asienta tu intención; por ejemplo : “Voy a meditar para tener una mente clara, una voluntad fortalecida y un corazón inspirado”.

  3. Enfoca tu mente poniendo atención en tu cuerpo. Mantén la espalda erguida y contacta con la sensación de estar presente.

  4. Trae tu atención al movimiento de tu respiración. Repite.

  5. Date cuenta cuando inhalas: “Sé que estoy inhalando”. Date cuenta cuando exhalas: “Sé que estoy exhalando”.

  6. Si te das cuenta de que te has distraído, y te fuiste con la historia de tus pensamientos o tus sentimientos, sólo SUELTALOS, déjalos ir… que se disuelva naturalmente y regresa tu atención a tu respiración.

  7. Medita todos los días. Empieza con periodos cortos, que sean fáciles y cómodos, y poco a poco velos prolongando. Termina sintiéndote satisfecho y contento.