Relájate al momento presente. Permite que el milagro se manifieste justo bajo tus narices. Este instante de ahora no tiene ninguna duración, sin embargo contiene todas las causas del pasado y está creando el futuro. Todo se junta para ser este momento, y se desvanece delante de tu percepción conforme el misterio del siguiente momento aparece. Como siempre está el momento presente, este es eterno.

Cada momento te presenta con una opción abierta, y con la libertad para que tu elijas la dirección en que continúa.

En el encuentro del momento, se expresa la pregunta ¿cómo me estoy construyendo?

La naturaleza del ahora es franco a la vista, y podemos darnos cuenta tanto de esto, tanto en el momento material, como con nuestras propias experiencias. El poder simplemente reconocer la naturaleza del momento presente nos puede llenar de maravilla, gratitud y magia.